Vivo en una ciudad entre Dallas y el aeropuerto DFW. Es muy difícil estar indiferente a tanto cambio a nuestro alrededor y también en las frontera familiares.
La economía de EEUU la creí siempre como una burbuja de jabón que impresionante volaba sobre los límites alcanzables de otros países. Es un realidad que EEUU está sufriendo los embates de una magra línea de negativos balances, aún así, hay esperanza.
La ciudad en la que vivo se está viendo poblada por personas de otros estados vecinos que la están pasando peor. Conozco personas que reciben a familiares en sus casas que huyen de serios problemas económicos desde donde estaban disfrutando el "sueño americano" que hoy muchos concuerdan es una pesadilla. Esas familias se unen a las filas de los sin trabajo.
Me sorprende ver grandes grupos de latinos esperando recibir un trabajo "por el día" en frente de Home Depot. Me entristece verlos. Veo en sus rostros, más que frustración, familias enteras esperando el apoyo económico en sus países de origen.
Hace muy poco un amigo hondureño, desempleado, me dijo que la idea de retornar a su país era un pensamiento constante. Otro, salvadoreño, ya estaba juntando dinero para volver definitivamente. Muchos mexicanos se han ido. Venden todo y lo que cabe en las camionetas son las únicas pertenencias que les recordará que este país ya es demasiado diferente para ver la abundancia.
Yo me he ajustado. He recortado gastos. El teléfono de casa ya es historia, solo celular. Las comidas afuera son para días muy especiales. No creo que sea el momento de tomar decisiones económicas grandes. Es el tiempo de usar mesura, paciencia y mucho sentido común a la hora de enfrentar un gasto.
Este país está viviendo una tormenta económica. Me refiero a la clase obrera. Me refiero a los que están en las partes bajas de la pirámide económica. Los que dirigen, los dueños de compañías, los grandes ejecutivos, están tomando decisiones muy drásticas en el despido miles de empleados, sin embargo ellos inmutablemente siguen recibiendo sus beneficios.
Es la injusticia social que se ve en todo el mundo: Siempre el que lleva el peso de mantener en pie la producción de un país, es el que recibe primero la pisoteada del que siempre lo "necesitó".
Es el tema inevitable cuando hay reuniones de amigos y los consejos fluyen como para escribir un libro. He escogido algunos muy buenos para el provecho de quien los quiera tomar.
Si tienes trabajo:
1) Cuidalo como un animal en peligro de extinción.
2) Sácate de la cabeza la idea que eres imprescindible.
3) Trabaja como si no te importara el dinero (a los empleadores les encanta esa actitud).
4) Pregunta a tu jefe, cómo puedes ayudar o apoyar a la compañía en tiempo de crisis.
5) Evita ausencias que no sean emergencia, llegadas tarde o salidas tempranas.
6) Demuestra que puedes trabajar a toda capacidad sin la necesidad de hacerlo frente a los ojos de tu jefe.
7) Busca otra fuente de ingreso, mientras tienes tu trabajo. Vende por catálogo, vende por Internet.
8) Pídele a tu jefe que te descuente el 50% de tu sueldo para que salga de vacaciones con su familia (calma...calma es una broma).
Si no tienes trabajo:
1) Re-prográmate. Cambia tu mente a "cualquier trabajo es digno". Quizás cambiarás de oficio o rubro.
2) Asiste a actividades sociales en bibliotecas públicas, iglesias, grupos comunitarios, etc. para que te hagas una red social. Nunca se sabe por donde llegara, la idea es crear fuentes para que llegue de algún lado el trabajo.
3) Quizás es el momento para que te hagas micro-empresario.
4) Si tienes demasiado tiempo de ocio, no permitas que la depresión te gane. Ve y busca como hacerte voluntario para ayudar a otros (lo que siembras, cosechas)
5) Haz ejercicios, puede ser un buen tiempo para bajar libras.
6) No pierdas la fe. No hay mal que dure 100 años...(ni tonto que lo aguante).
7) Haz una venta de garage y sácale partido a lo que no utilizas.
8) Si hay una oferta de trabajo que no te gusta...agárralo. Más vale pájaro en mano...que me lleve la corriente....o algo por ahí. Es la idea.
Espero que sirvan de algo estos consejillos.
La economía de EEUU la creí siempre como una burbuja de jabón que impresionante volaba sobre los límites alcanzables de otros países. Es un realidad que EEUU está sufriendo los embates de una magra línea de negativos balances, aún así, hay esperanza.
La ciudad en la que vivo se está viendo poblada por personas de otros estados vecinos que la están pasando peor. Conozco personas que reciben a familiares en sus casas que huyen de serios problemas económicos desde donde estaban disfrutando el "sueño americano" que hoy muchos concuerdan es una pesadilla. Esas familias se unen a las filas de los sin trabajo.
Me sorprende ver grandes grupos de latinos esperando recibir un trabajo "por el día" en frente de Home Depot. Me entristece verlos. Veo en sus rostros, más que frustración, familias enteras esperando el apoyo económico en sus países de origen.
Hace muy poco un amigo hondureño, desempleado, me dijo que la idea de retornar a su país era un pensamiento constante. Otro, salvadoreño, ya estaba juntando dinero para volver definitivamente. Muchos mexicanos se han ido. Venden todo y lo que cabe en las camionetas son las únicas pertenencias que les recordará que este país ya es demasiado diferente para ver la abundancia.
Yo me he ajustado. He recortado gastos. El teléfono de casa ya es historia, solo celular. Las comidas afuera son para días muy especiales. No creo que sea el momento de tomar decisiones económicas grandes. Es el tiempo de usar mesura, paciencia y mucho sentido común a la hora de enfrentar un gasto.
Este país está viviendo una tormenta económica. Me refiero a la clase obrera. Me refiero a los que están en las partes bajas de la pirámide económica. Los que dirigen, los dueños de compañías, los grandes ejecutivos, están tomando decisiones muy drásticas en el despido miles de empleados, sin embargo ellos inmutablemente siguen recibiendo sus beneficios.
Es la injusticia social que se ve en todo el mundo: Siempre el que lleva el peso de mantener en pie la producción de un país, es el que recibe primero la pisoteada del que siempre lo "necesitó".
Es el tema inevitable cuando hay reuniones de amigos y los consejos fluyen como para escribir un libro. He escogido algunos muy buenos para el provecho de quien los quiera tomar.
Si tienes trabajo:
1) Cuidalo como un animal en peligro de extinción.
2) Sácate de la cabeza la idea que eres imprescindible.
3) Trabaja como si no te importara el dinero (a los empleadores les encanta esa actitud).
4) Pregunta a tu jefe, cómo puedes ayudar o apoyar a la compañía en tiempo de crisis.
5) Evita ausencias que no sean emergencia, llegadas tarde o salidas tempranas.
6) Demuestra que puedes trabajar a toda capacidad sin la necesidad de hacerlo frente a los ojos de tu jefe.
7) Busca otra fuente de ingreso, mientras tienes tu trabajo. Vende por catálogo, vende por Internet.
8) Pídele a tu jefe que te descuente el 50% de tu sueldo para que salga de vacaciones con su familia (calma...calma es una broma).
Si no tienes trabajo:
1) Re-prográmate. Cambia tu mente a "cualquier trabajo es digno". Quizás cambiarás de oficio o rubro.
2) Asiste a actividades sociales en bibliotecas públicas, iglesias, grupos comunitarios, etc. para que te hagas una red social. Nunca se sabe por donde llegara, la idea es crear fuentes para que llegue de algún lado el trabajo.
3) Quizás es el momento para que te hagas micro-empresario.
4) Si tienes demasiado tiempo de ocio, no permitas que la depresión te gane. Ve y busca como hacerte voluntario para ayudar a otros (lo que siembras, cosechas)
5) Haz ejercicios, puede ser un buen tiempo para bajar libras.
6) No pierdas la fe. No hay mal que dure 100 años...(ni tonto que lo aguante).
7) Haz una venta de garage y sácale partido a lo que no utilizas.
8) Si hay una oferta de trabajo que no te gusta...agárralo. Más vale pájaro en mano...que me lleve la corriente....o algo por ahí. Es la idea.
Espero que sirvan de algo estos consejillos.
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